viernes, 5 de julio de 2013

Colorín Corolario



 


Corolario I.
 Mamá qué es más importante, ¿el espíritu o lo humano?
 Aterrizando de nuevo en casa Teo me asalta con esta pregunta mientras le froto la espalda en la bañera. No supe qué contestarle, toda la historia de la filosofía se me juntó en el pensamiento en unos segundos.

Corolario II
Paseando por la playa, sólo veo cuerpos y cuerpos, de todos los tipos y colores, personas de aquí de allá, que vamos poblando la Tierra paso a paso, en este ciclo universal de la vida-muerte, como plantas, animales con ánima.

Corolario III
He traspasado los siete meridianos que me separaban de Colombia y sus gentes, y aún no sé dónde se quedaron esas siete horas que me quitaron al ir y me devolvieron a la vuelta, miro a las nubes y busco y rebusco dónde está ese tiempo.














Corolario IV
Ahí debe estar escondida la pregunta que no hallo a formular, de todas estas gentes que habitamos la historia, de todos estos dramas y miserias que nos golpean, de todo el dolor encarnado en la miseria, en la falta de esperanza. Si no somos perros que nos rozamos sin mirarnos, si no somos perros que nos atacamos cuando invaden nuestro espacio, si no somos perros que fornicamos al sentir un olor, si no somos perros, ¿cómo hemos hecho para convivir en este mundo olvidando lo que somos?

 

Corolario V
Mirarnos a los ojos y sentir el abismo. Aparece el amor cristiano, el desprendimiento budista, la obediencia islamista  y cada cual en su suerte se aferra a su carne, conteniendo al espíritu que nos lleva al mundo de la luz, el lugar donde Orfeo esperará eternamente a Eurídice, porque somos almas, que vida tras vida, infierno tras infierno, juntamos experiencias, a la espera del momento en el que podamos comprender el verdadero significado de la vida.

 


Corolario VI
Sigo buscando la pregunta adecuada, la que me ponga en camino de nuevo, en la lectura, en mis sentidos, en el amor, sigo buscando esa pregunta.

Corolario VII
Voy a zambullir mi cuerpo en el agua para que mi espíritu se refresque.








domingo, 30 de junio de 2013

Cosmovisión

 Movimiento, ladrillos,chibcha,  mucho  humo,papaya,torres,  miradas, perros, pájaros, serpientes, abrazos,ruido,desconocidos,bacano,chino, olores,choque, cerros,me estremecí, arepas,ladrillos amontonados, mujeres, recuerdos, violencia, miedo, mucho miedo, caminos de tierra, corre-corre, ñero, bregar, mamando gallo,quiubos!,juemadre, cumbia,papito,joepilas...
personas, personas, personas, personas, personas...moviéndose.

La gente-danza, la gente-animal, la gente-espíritu...
Me gusta la gente.


sábado, 29 de junio de 2013

Tejiendo



Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos, nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

                            Gioconda Belli



                     


 El día comienza con aullidos y temblores , la brigada de castración de animales está aparcada cerca de la casa. Una multitud  de perros  tiemblan junto a sus dueños y los gemidos de pura pena penetran  en los mamíferos que caminamos cerca.



Lo nuevo del día de hoy me regaló un tiempo todo lleno  de mujeres. En mi cabeza todas las mujeres que he ido conociendo desde que llegué a Colombia, mujeres-niña-madre, que con quince años ya parieron, toneladas de mujeres cuidadoras de sus hijos sin ningún apoyo , mujeres amoratadas porque se les quedó fría la comida, mujeres que cargan sacos por los cerros, mujeres que cosen juntas a la mañana como las que conocí hoy en la cooperativa Creaciones Vivir.


 
 


 


En las comunidades religiosas de hermanos marianistas , M. y L.D son las mujeres que trabajan en las  casas limpiando, cocinando y con la cabeza siempre pendiente de sus hijos . Toda orgullosa nos muestra las fotos de la graduación de su hija, que sacó adelante ella sola .

En las comunidades de las hermanas marianistas, no trabaja ninguna mujer, ellas mismas guisan y limpian lo que ensucian. Los libros de las estanterías están llenos de hombres.
 El retrato padre Chaminade junto al de Adela de Trenquelleon las acompaña en sus paredes.
A Adela no la ví en ninguna de las comunidades de hermanos.



Anécdotas, casualidades, roles culturales, cose que te cose la historia que vamos tejiendo entre todas , entre todos.

A lo lejos se oyen los gemidos de los castrados.

 

 


 









jueves, 27 de junio de 2013

Viaje interplanetario en el Transmilenium
















Cubierto de oro, el cacique indígena se sumergió en las aguas de la laguna sagrada desde una balsa mientras los chamanes arrojaban ofrendas de oro y de esmeraldas a sus dioses.



La ancestral ceremonia de El Dorado desapareció años antes de la llegada de los españoles a América, pero su leyenda atrajo oleadas de conquistadores y buscadores de fortuna a esta pequeña laguna de Guatavita, a unas dos horas al norte de Bogotá, en los Andes colombianos. El Dorado, fantaseaban los invasores, ha de vivir en un país donde todo es de oro.

La mítica ciudad de oro nunca fue descubierta, pero la búsqueda de El Dorado y sus fabulosas variantes se extendió por el Nuevo Mundo a medida que se iba explorando, alimentado la avaricia y la imaginación de los europeos.


Muchos exploradores regresaron sin fortuna y diezmados por las enfermedades, pero el nombre de El Dorado quedó asociado desde entonces a un lugar de magníficas riquezas.
Desde la llegada de los españoles a la sabana de Bogotá , unos 100 kilos de oro han sido rescatados del turbio fondo de la laguna por exploradores, y una miniatura de oro representado al cacique dorado y a los chamanes a bordo de la balsa fue descubierta en una cueva, lejos de Guatavita.





El oro era un metal sagrado para las comunidades indígenas. Era un símbolo de fertilidad y de vida. Pero para los europeos era moneda y riqueza.



Enloquecidos por el oro, muchos intentaron vaciar la laguna.



Hoy fuí al Norte de Bogotá, me dijeron que ahí estaba la riqueza de la ciudad, hice un viaje interplanetario, en el Transmilenium, que es como se llama el autobús rápido que va por la calle Décima. En ese otro planeta , me encontraba como en casa, debe pertenecer a  mi misma galaxia. Había cafeterías, aceras limpias, tiendas de muebles de diseño, parques, y podía sacar el móvil del bolsillo para hacer fotos.

Pero me pasó algo extraño, no entendí dónde estaba, no entendí el viaje, no entendí por qué en una hora de teletransporte se puede estar en planetas tan diferentes, no sabía dónde buscar el tesoro, miraba y miraba y todo era lindo, limpio, ordenado, pero no encontré ningún tesoro. 

Nunca se encontrará El Dorado. Siempre habrá gente buscando oro en los lugares más insólitos.  

















miércoles, 26 de junio de 2013

Herida



H., tiene la mirada achinada, la piel cortada por el viento y el sol, la sonrisa le ocupa todo el rostro, es vergonzoso, muy tímido, pero te mira a los ojos cuando  habla.




Cuida de su hermano , de cinco años sin despegarle la mirada ni un minuto, se acostumbró a hacerlo de forma natural, nadie le mandó,como dos cachorros que se buscan para jugar.

Su casa, me explica,  es naranja, naranja… al lado de donde las máquinas profe, me dice con lengua de trapo .Es un lugar de unos veinte metros cuadrados, vive con sus dos hermanos y su madre, y con sus otros cuatro primos y sus dos tías. El único hombre de la casa.

H. tiene una pequeña parálisis psicomotriz, y apenas tiene fuerza en las manos, no puede agarrar bien un lápiz y sólo sabe escribir con letra de palo, porque la ligada , profe, es muy difícil.



Todo afanado se esmera en los plisados del papel del origami, pero son sudores hasta conseguir esa paloma deseada.




H. nació hace once años, hoy de nuevo  jugué con él  y la flecha dorada de Eros me hirió ,quizá por accidente como al dios griego.

 No podía dejar de observarle, de preguntar sobre él, de estar cerca. Se me quedó incrustada su imagen en las neuronas y su olor en la piel. Mariposas le llaman unos, endorfinas otros, pupilas dilatadas, locura transitoria, ímpetu dentro, mar de julio, luz de la noche, reloj parado, horizonte final, alma suspendida...la conmoción amorosa que te golpea y te deja la piel marcada.

Será el contexto, la vulnerabilidad a flor de piel, o qué sé yo…pero hay veces que la vida te regala estas sensaciones, donde la belleza baila junto al dolor, y te embelesas en un paisaje, en un rostro, en un instante , a cada uno le hirió la flecha en su lugar y en su momento.

Al despedirnos, se me acerca y me susurra al oído:”profe, cuando luego regrese, ¿me puede regalar un chocoramo?”, y yo en vez del dulce, le traería un castillo de cristal.

 
















Gracias, gracias, gracias.

Que gocéis con vuestras conmociones.











martes, 25 de junio de 2013

Las manos




Mírense un momentito las manos.


Con nuestras manos podemos hacer muchas cosas y apenas les dedicamos una miradita. Con los pies también, que se lo digan a nuestros peregrinos que salen hoy hacia Santiago.


Nuestras manos , nuestros pies, nos sitúan en el mundo.


Hoy ha sido un día de encuentros con personas que deciden cada día qué hacer con sus manos y hacia dónde quieren que caminen sus pies.
Comimos con los trabajadores de la fundación Chaminade, compartiendo inquietudes, ideas de mejora, compromisos con las necesidades de este lugar, muchos más sueños que manos para llevarlos a cabo.


“Nos faltan manos”, me decía Sandra. Personas que han ido decidiendo dónde trabajar, colaborar, pies que han ido recorriendo un camino y no otro.

 
 

Fuimos por la tarde de nuevo a Ciudad Bolívar, allí estuvimos un rato compartiendo también, sobre la cada vez más escasa presencia de religiosos y religiosas en estos barrios tan alejados. Cada vez hay menos personas que quieren trabajar aquí. Congregaciones que optan por retirarse de estos contextos.
 


 Manos que además de alimentar, acoger y acompañar, levanten el puño de vez en cuando para pedir la palabra , para restaurar la justicia.


Las palabras son necesarias, el dinero, la ilusión , los sueños…pero y qué es todo esto sin las manos que construyen y transforman realidades.
 











Algunos tenemos la libertad de decidir qué hacer con ellas, otros nacieron con un tarea impuesta.
 Siento que aquí soy las manos del colegio, de una manera muy tenue nos acercamos a tocar, apenas sin mancharnos, una realidad rotunda , y sin querer hacer pornografía de la pobreza, cuando caminas hacia la miseria no hay ni una sombra de duda, aquí hay un tesoro escondido.


 

Hubo uno, que menudo escándalo montó, que aún siguen chismorreando que si las mujeres le acariciaban los pies, cómo sería el tipo para que anden aún buscándole las cosquillas. Menuda la que  organizó curando con sus manos.

 Me gusta de vez en cuando   contemplar las manos , qué hacemos con ellas ,qué construimos, a quién abrazamos.
 Sólo tenemos un par de manos, que cada cual decida qué hacer con ellas. Ójala que atinemos en la elección, sólo tenemos una vida para acertar.





















lunes, 24 de junio de 2013

Tener no es signo de malvado



 Lunes 24 de junio




Empieza el día subiendo la cuesta hacia casa con unos panecillos para desayunar, me la juego sacando el móvil para hacerle una foto a una moto que me hizo gracia.
Aquí en Bogotá “ tenemos delirio de persecución “, me dice J.


Tengo las manos atadas, impensable sacar la cámara de la mochila, peligroso sacar el móvil . 

Gente amable, sencilla, que te invita a su casa, siempre te ofrece un tinto, unas galletas, miradas limpias , risas, gente que vive acostumbrada a mirar con la nuca en cuanto sale a la calle.

Hoy me contaron qué son los estratos, lo tienen muy bien organizado, hay cinco oficiales, desde el cero al cinco, al servicio militar van los del 1 y 2 principalmente, el resto pueden pagar la multa por no presentarse. El acceso  la vivienda, a la salud, a la seguridad, a la cultura…
 Qué cosa tan trasnochada esto de los estratos sociales,¿verdad?  Como en Europa todos somos clase media, hasta los perros, ay , ¡qué antiguos son en Colombia!( Estas letras me salieron ácidas y no supe cómo endulzarlas)

 
“Aquí no vienen los del Norte nunca, saben que hay mucha gente”, me decía J.
Para ir al Norte de Bogotá tienes que agarrarte bien el bolso, montarte en el bus, subir las lomas y avanzar por la calle Décima, avanzar y avanzar …siempre hay más tráfico desde el Sur hacia el Norte.



Tengo ganas de ir a visitar el Norte de Bogotá .Me llevaré unas obleas de las que vende M. a ver si se me pasa la acidez.









Disculpen la entrada de hoy,  tuve el estómago revuelto todo el día, será la cancioncita que se me vino a la cabeza en una de las conversaciones de la mañana.

                                                       Tener no es signo de malvado
                                                       y no tener tampoco es prueba
                                                        de que acompañe la virtud.
                                                        Pero el que nace bien parado,
                                                       en procurarse lo que anhela
                                                         no tiene que invertir salud.