¿Y quién
decís que soy yo?
Empezaba el
día después de una noche de baile, con el evangelio que envía David por
whatsapp. Aquí quien no baila no existe.
Nos hemos
ido a pasar el día a las afueras de Bogotá con un grupo de ciento veinte niños
que participan en las corales parroquiales de varios barrios.
La música.
El baile. No se puede entender la cultura latinoamericana sin ambas.
El baile y
la música que han estado presente en la espiritualidad de tantos pueblos y
culturas, en los ritos iniciáticos de tantas ceremonias, la música que nos
trasmite mensajes y emociones. Música , baile, pura esencia humana.
La idea de
convocar a los niños a cantar pudiera parecer poco importante, varias veces
oí eso de ” la música no es una
asignatura troncal”. ¡Ay! Si los sabios griegos se levantaran…
Pero no hace
falta que pisoteemos con nuestra ignorancia si es importante o no el arte de las musas, basta
con sentir qué es lo que nos pasa cuando
vibramos al son de un ritmo, varias personas encontrándose en sonidos y
movimientos,¿ habrá algo más humano y que nos acerque tanto a nuestro ser
espiritual ?. En distintas culturas, religiones, siempre ha estado presente,
por qué despreciamos a veces su capacidad evangelizadora , de encuentro con la
trascendencia .
Yo solo os quiero
contar las cosas que me pasan aquí.
La música ha
convocado a estos niños hoy,en medio de la pobreza, de la desesperanza a veces, de la impotencia... la música les ha hecho reír, encontrarse,
divertirse, bailar, compartir, celebrar la eucaristía,
¿Y quién decís
que soy yo? nos decía el evangelio de hoy.
El que ama
la música, el que nos invita a bailar.
Disfruten de sus sentidos, seguro que se acercan al Dios de la Vida.
Muchas gracias Noelia, por todas estas crónicas que nos acercan tanto a otro pueblo, otra cultura y otra realidad que a veces no queremos ver.
ResponderEliminarEs cierto la música nos une, nos hace sentir y también es una forma de rezar, no se nos tiene que olvidar.
Disfruta de esa gran experiencia que están viviendo.
Carmen Ropero
Noelia! por fin te puedo escribir! como me alegro de leer tus crónicas, que experiencia tan gratificante! disfruta, reza y canta!
ResponderEliminarmil bss
Anita, infantil
¡No sabremos lo de cantar y bailar! Que no nos falte nunca, nunca, nunca. Otro ejemplo que nos dan (y nos das:)
ResponderEliminarMe he enganachado tarde a tu blog, pero ya me pongo al día.
ResponderEliminarGracias, Noelia, por los tintos, los bailes, la experiencia y sobre todo por tu manera de contarla.
Estamos cerca si necesitas ánimo.
Que lo disfrutes y esperaremos ansiosos los comentarios.
Un beso enorme, guapetona
Bea Balius
No puedo añadir nada nuevo, así que, a seguir leyéndote, pero me voy a poner un poco de música, que el blog lo requiere.
ResponderEliminarMas besos.
Silvia