Viernes 21 de junio
El café negro ,suave, hervido en un puchero con aroma a
canela me acompaña aquí desde que me levanto temprano. El café de “las venas
abiertas de América Latina”, de E.Galeano, el café negro como aquellos esclavos
negros que sirvieron en este país, y canela como las mujeres piel canela que ahora sirven en otros lugares, seguro que visteis
alguna en alguno de nuestros parques.
¿Te regalo un tinto? No entendí nada, Henar me sopla , un
tinto aquí es un café solo, negro .
Y a todas horas y en
cada encuentro , se toma este café rico
que acompaña conversaciones, confidencias, historias y algún silencio.
R.C. tiene ochenta y seis años, apenas ve por unas cataratas
en los ojos, le da miedo operarse porque su amigo Pedro dejó de reconocer a los
que se acercaban después de que le operaran. Hace un mes aprendió a escribir su
nombre. Todo aplicado se afana en no salirse del dibujo que colorea. ¿Sabrá él
lo que es repetir curso?, me acuerdo de algunos de nuestros alumnos que tienen
esta espada de Damocles sobre su cabeza. Falacias. La vida no se puede repetir
nunca. La vida siempre está en movimiento. La estoy viendo aquí delante, en
este aula de alfabetización de adultos del barrio de La Fiscala. Los mismos
viejitos que mantienen el huerto comunitario y que fabrican crema de caléndula
con las flores sembradas.
Nos tomamos un
tinto con Doña Bernarda.
Le abrazo para saludarle y huele a recién afeitado, J. de
unos veinte años, nacido en el Danubio Azul, esos nombres del Paraíso que
tienen por aquí los barrios...
Bien arreglado con olor a limpio y de mirada serena, estudiante
de arquitectura , se le ilumina la cara cuando empezamos a hablar. Si quiero visitar
el barrio tengo que ir acompañada , vendrá con otro amigo para enseñarnos a
Henar y a mí.
Historias de sangre , historias de tinto. Antes el café, el
oro, ahora , otras sustancias lucrativas en el comercio mundial , adivinen. Siempre
la codicia de por medio, quebrando piernas, colgando cuellos de una soga en un
palo, baleando en una esquina, como a su padre. Hijos de la sangre.
Me tomo un tinto con Mónica y Alex.
Va en el autobús con
la mirada perdida en los personajes que van apareciendo en la calle, y se le
topa la mirada en un niño que lleva puesta la camiseta de su equipo de fútbol . Una sonrisa interior le asalta al aficionado futbolero .
Cuando llego a la escuela infantil del barrio de Voz de
Alerta, y veo en letras de papel los cinco principios de la pedagogía
marianista, la cruz marianista en la parroquia del barrio de Palermo, me asalta la msima sonrisa del aficionado.
Hablamos
el mismo lenguaje, nos entendemos, compartimos la misma pasión educativa.. Encontrarse
en la misma historia, los mismos orígenes, sentirse familia. Esto debe ser
compartir un carisma. La familia marianista en Colombia me cuida, me acompaña, vibramos en la misma sintonía.
Esta vez cambio el tinto por un zumo de fruta mientras
conversamos con Leidy.
Sigue el día con más tintos que no me entran en este blog. Vidas,
de sangre, de alegría, de búsquedas, de
baile, de oración, de abrazos , de lecturas compartidas, de despertares. Sigue el día compartiéndose.
Te regalo un tinto mientras me lees .
Noelia.
Me acabo de tomar un dolce gusto descafeinado, mientras te leo, que debe ser, como ver los fuegos artificiales sin escuchar el ruido..... Posible pero estéril......
ResponderEliminarSigue, siendo nuestros ojos y nuestras manos ah y ahora nuestro paladar......
Besos, de tu familia segoviana...
Gracias por ser nuestros ojos para ver un mundo que se nos oculta. En el mundo de la imagen lo que no se quiere que existe no se publica.
ResponderEliminarEmpapate de todo, se quedará en ti para siempre. Un lujo. Bs
ResponderEliminarTe regalo varios tintos a tu vuelta
ResponderEliminarCuanto aroma y cuanto sabor nos llega a tus lectores....Ojalá nos llegue también parte de la cafeína de esos tintos, y despertemos en muchos aspectos de nuestros letargos.
ResponderEliminarSigue en lo que puedas despertando nuestras conciencias!
Un beso,
Nazaret.
Leerte es un regalo. Eres un regalo, Noelia. Muchas gracias y un beso,
ResponderEliminarJosé Ignacio
Me encanta tu blog Noe! lo que dices, las fotos....
ResponderEliminarTe echamos mucho de menos por aqui, a tu vuelta unos cuantos tintos juntos nos esperan!!
Gracias por estar ahí, repartiendo alegría a toda esa gente que tanto lo merece!
Besos, Ifi
Nada como la belleza de las palabras, de tus palabras, que siempre se quedan cortas para expresar lo que el mundo (los nuevos mundos) nos suscita; espero que sigas teniendo una bonita experiencia en nuestros queridos y heridos barrios del sur de Bogotá; ellos conservan la síntesis perfecta de la realidad cultural y social de nuestro país. Espero seguir siendo protagonista de tu felicidad entre nosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarQué además de guapa, lista, solidaria y arquitecta, resulta que escribes bien. Hay que ver lo que vales, reina!
ResponderEliminarMuchos besos.
Silvia Múgica